jueves, 20 de enero de 2011

coa arquitectónica








en la nada,

donde vivimos juntos...
En esa nada
se excava


En la miseria del paisaje
a quien no le importa nada
allí, sí señor,
se colocan los cimientos


suele ser una esquina
que ha significado
en tu memoria algo glorioso


y ahora, nomás, son
sucesos ridículos


Y va... Va nomás la obra,
 que se borrará de tu memoria,
viga tras viga tras viga,
a razón y fuerza


¡Gloria al acero del olvido!


los niños se te reirán cuando les cuentes
que ahí estaba la verdulería de don Gieco,
el almacén de la señora Oviedo.


¿Quién te confiará si le dijeras que por donde camina
había reieles que dejaban viajar?




Toda política toma del pasado su onomatopeya.
Se construye en pos del ruido.


La arquitectura es la nueva lengua carcelaria.

rica, dulce ostranenie






salí a comprar una cerveza,
en bicicleta,
a la boti de la esquina.


al volver,
redescubrí:


al claro de Luna, aún,
hay parejas que se besan.


a esa luz
no le importa
la poesía.


por eso, será,
podemos hablar de ella.

toda fiesta termina como empieza






son mil pies que caminan

buscando el metro y la micro
pieses sin nombre
pero con algún sentido


significado que cae
dentro de un soneto certero y cuajado
en el meñique gongorino


esos pies no van descalzos
sino apretados de marcas variopintos
con la transpiración del empeine
que busca beber y re'trapar lo olvidado




todo sucede en el momento
en que te frotas la nariz:
unas llaves que siempre abren algo,
un amor que choca de frente,
una pared desoída...
Locos que no corren, vuelan bajito
¡Todo es tan patético y simpático!


la guauga sonríe en su cochecito.
esa sonrisa regresará
cuando sea bendecido por el sexo
en el desierto florido

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