viernes, 12 de diciembre de 2014

pendientes
























llego a casa.
siempre estoy llegando.
la puerta se cierra detrás de mí, lo sé.
¿por qué espero?

ocupo la decimotercera parte de todo:
de la mesa, de la cocina,
de la heladera:
de mi cama.

pareciera no querer molestar.

voy al baño. Tengo ritos:
tirar la cadena así,
no ver el agua correr:
pensar en otras tierras…

el Feng Shui, si cristiano, no libera.

veo mi cuerpo en los pocos espejos
y le pido perdón por los años.

es una materia pendiente
como la promesa de quien al despedirse
te dice: “Me debés una vejez juntos”.

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