sábado, 15 de agosto de 2015

Román
















Vengo de comprar al quiosco. Todo mi cuerpo corcovea porque el barrio 
es una montura indómita. Pasan dos pibes, nos medimos: pecho en alto, 
manos atrás, puño cerrado. Si pasamos, hay respeto. 
Llego a casa, saludo a Mari –de cuya hija siempre estuve enamorado- 
y le doy las llaves al viejo que le dice 
Pero estamos a fin de mes, vos no te hagás problema. 
Vengo de ya no sé dónde, conjurando un plan 
y su destino. Tengo 36 años y veo a Román diciendo: He decidido dejar el fútbol.

(silencio)
(silencio)
(silencio)

(si te hubiera cruzado en la esquina, te pego)

Seguidores

Creative Commons License Esta obra
es publicada bajo una

Archivo del blog